jueves, 27 de junio de 2013

Dos años después de mi  tercer década    

Quizá una crisis tardía.
Quizá el “darse cuenta”, “caer” a veces se asemeja al primer llanto-alarido del nacimiento.
Y así voy entre la plenitud tan genuina mente conectada con lo mas mío, y ese dolor que desprende de lo que los demás me conectaron, que se mezcla, y a vez por momentos tan claramente puedo tamizar y distinguir, pero me hace llorar mucho. Será una especie de “limpieza espiritual” o solamente una descarga necesaria.
Me incomodan ya los viejos traumas, lo siento así. Pero pienso una cosa y siento otra, porque me doy cuenta que mi debilidad aflora frente a las mismas cosas. Y a otras nuevas también. Siento miedo pero pienso que me la banco, así que en general voy hacia adelante. Es como pasar frente a un perro que te mira fijo, mientras pasas te sube la adrenalina y estás esperando sentir el tobillo tironeado, sudas, pero no te quedas enfrente del perro, sino que pasas caminando despacito y seguís. Así me paralizo yo, se me cierra el pecho pero termino pasando.
En estos días de convulsión, de sentimientos oscuros, inmaduros si se quiere, llegue a un lugar muy común y conocido pero que me hizo sentir cómoda porque lo sentí propio, fue un intercambio, dejé lo viejo ahí como está, y tomé la esperanza, el compromiso, la convicción de que ahora puedo elegir y puedo y debería hacer algo bueno conmigo, deseo un buen resultado para mí y lo que venga desde mí. Puede ser que después de pasar frente a tantos perros no sea tan “cuiqui” como pienso.

 Siento el paso a un nivel superior, a deseos nuevos de los más significativos, y lo mejor de estos días y lo que más me conmovió es tener tan presente que yo puedo hacer que mi historia sea diferente de mí hacia los míos, con los que están y con los hermositos que vendrán. Es una sensación muy poderosa creerte que podés terminar con tus dolores. Así sea con los viejos, para enfrentar los nuevos. 

"No dejaré ya descansar mi pies"...















domingo, 20 de enero de 2013

vida+ilusión

Después de semejante apagón del ánimo, de decolorarse el alma y todos los verdes, salimos a flote, pudimos salir a respirar a la superficie, va estamos saliendo...
Definitivamente no somos los mismos, a vos te cambió la voz, tu mirada refleja dolor irreparable, resistencia y tantas cosas mas que no sé de cual ocuparme primero... a mí me corre la sangre distino ahora que sé lo cruel que puede ser la vida de quitarte tanto, insoportable grieta...
Por suerte que siete meses antes no vimos, por suerte que apareció tu mano estirada, invitandome a vivir la historia mas linda de mi vida, la que me enseña cada día de amaneceres y días con tu voz, ahora cambiada, pero llena de amor, llena de oportunidades...
Estamos llenos de ilusión de poder llevarnos, estoy llena de ilusión de poder cada mañana hacerte sentir que aún con tanto descolorido vale la pena seguir...